UNA TARDE DE DOMINGO EN LA GRANDE JATTE
Es un cuadro del pintor
neoimpresionista francés Georges Seurat, la técnica utilizada es el puntilismo,
que consiste en contrastar puntos minúsculos de color que, a través de la
unificación óptica, forman una figura coherente en el ojo del observador. Es un
óleo sobre lienzo de 207,6 cm × 308 cm. Seurat tardó dos años en pintarlo,
desde 1884 hasta 1886, se sentaba en los jardines del parque para hacer bocetos
de las figuras y perfeccionarlas. Prestó especial atención en el uso del color,
luz y formas.
Se trata de una escena cotidiana
que se podía ver en los alrededores de la Grande Jatte, a orillas del Sena, en
donde las distintas clases sociales pasean o descansan en sus riberas. La isla
no era tan idílica como la vemos aquí. Era una zona de recreo de los suburbios
de París, llena de bares y cafés situados a orillas del río, que Seurat ha
preferido no pintar. Lo que sí ha captado a la perfección es la mezcolanza de
gente que normalmente abarrotaba el lugar. Sin analizar las figuras, la escena
nos parece un remanso de paz, ese es precisamente el encanto de esta obra, en
la que las cosas no son lo que parecen.
Actualmente se exhibe en el
Instituto de Arte de Chicago.
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